El pasado 25 de octubre, con ocasión de la conmemoración del 19 de octubre, “Día mundial del cáncer de mama”. La Delegación de Igualdad, efectuó una charla que tuvo como propósito primordial anunciar y mentalizar sobre la patología, para de esta forma contribuir a la población a tomar medidas de prevención, admitir los síntomas y conseguir un diagnóstico precoz si es requisito.
De este modo lo exponía en la tarde de ayer la Encargada de Igualdad, Carmen Ventura, en la charla informativa ofrecida en la Casa de la Cultura por Amama, la Asociación de Mujeres con Cáncer de Mama de Sevilla, y mucho más en concreto por su asesora, Carmen Perona. Amama es una entidad cuyo primordial propósito es la detección precoz del cáncer de mama, aparte del acompañamiento a las mujeres que sufren la patología en todos esos puntos que afectan a sus vidas, reclamando que no solo perjudica de manera física y a la salud, sino tiene secuelas sociales y sentimentales. Mediante su experiencia escencial y de la tarea que se viene haciendo en la asociación, Carmen ofreció información primordial para entender de qué forma poder advertir de forma temprana el cáncer de mama y cuáles son los signos de alarma que deben llevar a las mujeres a preguntar con un experto.
La voz de las cosas
Todo comienza con el acercamiento entre, afirmemos, una mujer nacida el 21 de febrero de 1871 en Honeoye Falls y el narrador de su crónica, un hombre de los siglos XX y XXI nativo de un país del que solamente recibe resonancias lejanas, que vive y trabaja en un poblado llamado Siberia, en las estribaciones de las montañas Catskills. El sitio: una tienda de anticuario y un mercado de las pulgas, esos sitios de los que el tiempo no se escoge a irse totalmente y le charla al visitante y viable cliente desde el corazón de elementos hace cierto tiempo en desuso: relojes despertadores que arrancaron del sueño a gente ahora fallecida, mesas en las que familias de múltiples generaciones atrás festejaron la Navidad o el Día de Acción de Gracias, calendarios donde se marca el desenlace y comienzo de una guerra o ventanas de viviendas derruidas por el olvido y la indolencia.
Y, ocasionalmente, libros.
